Concretamente, poco más de 24 horas. Mañana estaremos en el Benito Villamarín o, como bien ha titulado hoy Estadio Deportivo, en el "Llenito Villamarín" para hacer historia.
Una historia que empezó el pasado jueves con una noche memorable donde se olvidaron todas las decepciones y fracasos de esta temporada, que no son pocos, y se volvió a soñar en el hueco que dejaban entre sí los abrazos y los cánticos.
Hace dos días los béticos recibíamos un jarro de agua fría en forma de lesiones que afectaban a dos jugadores que últimamente están aportando una importante estabilidad al equipo cada vez que salen al terreno de juego: Dídac Vila y José Antonio Caro.
La ausencia del lateral de Mataró será muy significativa de cara a los partidos que restan de temporada incluyendo el fundamental de mañana donde podemos recuperar gran parte de la moral y motivación perdidas por el camino desde que comenzamos con esta racha de derrotas.
Sin embargo, ahora toca disfrutar. Porque mañana podemos hacer historia. Porque mañana arderá Sevilla y las orillas de Guadalquivir se teñirán de verde a juego con el blanco de la noche en la que pocos dormirán.
Porque ahora te toca acabar lo que empezamos, Betis. Mañana sólo vale triunfar.
¡MUSHO BETIS! Y a disfrutar, señores. Que nos lo hemos ganado.
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